¿POR QUÉ CORRER LENTO TE HARÁ MAS RAPIDO?
1. Mejora la resistencia aeróbica
Cuando corres a un ritmo lento, entrenas principalmente tu sistema aeróbico, lo que te permite mantener un esfuerzo prolongado sin agotarte rápidamente. Un sistema aeróbico fuerte mejora la capacidad de tus músculos para utilizar oxígeno de manera eficiente, lo que te permitirá correr más tiempo y a velocidades más altas en carreras de mayor intensidad.
2. Fomenta la recuperación activa
Correr a un ritmo más lento durante las sesiones de entrenamiento facilita la recuperación activa. Esto significa que puedes hacer más sesiones de entrenamiento sin fatiga excesiva o lesiones. La consistencia y la acumulación de kilómetros son claves para volverte más rápido, y correr lento te permite lograrlo sin sobrecargar tu cuerpo.
3. Desarrolla la eficiencia muscular y cardiovascular
Al correr a un ritmo cómodo, mejoras la economía de carrera, es decir, la cantidad de energía que gastas para correr a una cierta velocidad. Cuanto más eficiente seas en tus movimientos a ritmos bajos, menos energía gastarás en ritmos más rápidos. Así, correr lento ayuda a optimizar tu técnica y el uso de oxígeno, lo que es crucial para carreras rápidas.
4. Fortalece las fibras musculares de contracción lenta
Correr lento estimula las fibras musculares de contracción lenta, que son las responsables de la resistencia. Aunque estas fibras no son las principales en la velocidad pura, una base sólida de resistencia te permitirá mantener velocidades más altas por períodos más largos sin fatigarte prematuramente.
5. Aumenta la capacidad de entrenamiento sin sobreentrenar
Si solo entrenaras a alta intensidad, te arriesgarías a un sobreentrenamiento y lesiones. Incorporar ritmos más lentos te permite sumar más volumen de entrenamiento semanal sin aumentar drásticamente el riesgo de lesiones. El volumen constante a ritmos cómodos mejora tu capacidad aeróbica total, lo cual es esencial para la velocidad sostenida.
6. Desarrolla una base sólida para intensidades mayores
El entrenamiento a ritmos más bajos crea una base de resistencia que es crucial para manejar el entrenamiento de mayor intensidad. Los corredores más rápidos suelen tener una base aeróbica sólida que les permite recuperarse más rápido entre esfuerzos duros y mantener un alto nivel de rendimiento en entrenamientos más exigentes.
7. Entrenamiento polarizado
Muchos entrenadores de élite utilizan una estrategia llamada entrenamiento polarizado, donde se combinan sesiones de entrenamiento lento con entrenamientos de alta intensidad. La clave es que la mayoría de las sesiones son en ritmos suaves (alrededor del 80%), mientras que el 20% restante se dedica a entrenamientos de alta intensidad. Esto maximiza el rendimiento sin llevar al cuerpo al agotamiento.
En resumen, correr lento construye una base sólida que permite mejorar la capacidad aeróbica, reducir el riesgo de lesiones y aumentar la eficiencia. Todo esto contribuye a que, en los días de velocidad, tu cuerpo sea capaz de alcanzar y mantener ritmos más rápidos por más tiempo.